Luego de que se fueron, me dirigí al jardín para limpiar las mesas y lavar los platos (como acostumbro a hacer día tras día tras día) para encontrarme con un campo minado. Sin nadie en quien desatar mi ira acudí donde mi jefa, quien disgustada ante el evento decidió encargarme de una nueva tarea urgente: deshacer el desastre.
No sé qué piensan ustedes, pero a veces este trabajo puede llegar a ser una mierda... literalmente.

1 comentario:
Mi Niiiiiiiño!!!
pobrecitoooooo...lo que si puede decir es que a limpiado una mierda de perro de new zeland xD
bueno son cosas que ocurren..lo bueno es que el tiempo ya esta terminando y luego se ira a recordar..
tqm
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