Bienvenidos...

... a mi blog sobre mi viaje a Nueva Zelanda. Aquí podrán enterarse de mis aventuras y desventuras en este lejano país del otro lado del mundo, vividas a lo largo de los 7 meses de travesía.

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Les aviso a los lectores que este blog está escrito de manera que las fechas de los posts no corresponden a su fecha de publicación, sino que a la fecha en que ocurren los sucesos descritos.

lunes, 20 de agosto de 2007

Un almuerzo con Jill y Don

Luego de nuestro paseo matutino, nos dirigimos a la casa de Jill y Don. Hacía mucho tiempo que no los veía, y me recibieron muy cordialmente. A pesar de que mis papás me habían lo habían mencionado, no dejó de parecerme peculiar la práctica adoptada por Jill y Don de sacarse los zapatos antes de entrar a la casa, al más puro estilo nippon.

La casa: preciosa. Un estilo antiguo, pero adornado con una mezcla de elementos clásicos y modernos... muy acogedora.

Luego de saludos y de ponernos un poco al día (no había pasado mucho, por lo que fue bastante breve), nos dedicamos a hablar de cosas varias hasta que Jill cometió el grave error de poner pan a la parrilla junto con pesto frente a mí. desde ese momento hasta una hora después, el crujiente pan "a'la grill" con mantequilla y pesto se robó por completo mi atención. Qué cosa más rica, sobre todo luego de una mañana de paseos y caminatas.

Bueno, tras dejar en vergüenza el nombre de Chile (o tal vez sólo mi nombre), una suave cerveza y luego la carne: un enorme trozo marinado con distintas especias, como se suele hacer en esta parte del mundo, y su buen pescado asado (también marinado) con harto limón. Para acompañar, una ensalada surtida y papas asadas. MUY RICO.

Mientras yo me encontraba en pleno proceso de engullir una vaca completa y 2 o 3 cardúmenes, llegó Karen (hermana de Dave) junto a su esposo y a sus 3 hijos menores: las mellizas y Tai. Si bien las mellizas se espantaron apenas me vieron (y dejaron de emitir sonido alguno desde ese momento en adelante), Tai se sintió a sus hanchas, gateando y riendo por toda la casa. Nada de miedo, nada de verguenza, "el mundo es mío" (según sus propias palabras, a lo "Mira Quién Habla").

Muy buena comida, muy agradable compañía. Esperemos que se repita ;)

2 comentarios:

Rafael Olavarrieta dijo...

El que quedó mal acá, mi querido Andrés Teixidó, fuiste solo tu, jejeje (aunque no puedo negar que ante semejante mezcla exquisita de sabores me sería imposible evitar abalanzarme contra el origen de una manera absolutamente bestial. Ya me conoces).

Lokeli dijo...

Que rico que haya tenido una reunion con su familia de alla de New Zeland, aunque sus lazos son mas lejanos el cariño siempre esta y que rico que lo pasara tan bien y comiera tan rico..