Bienvenidos...

... a mi blog sobre mi viaje a Nueva Zelanda. Aquí podrán enterarse de mis aventuras y desventuras en este lejano país del otro lado del mundo, vividas a lo largo de los 7 meses de travesía.

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Les aviso a los lectores que este blog está escrito de manera que las fechas de los posts no corresponden a su fecha de publicación, sino que a la fecha en que ocurren los sucesos descritos.

sábado, 25 de agosto de 2007

Una expo candente

Un nuevo día comienza, y con él una invitación diferente. Mis flatmates se acercan a mí para preguntarme si voy o no a la Erotica Expo. Yo, inocentemente, pregunto: "¿Y eso que es?"... Para rescatar mi autoestima, obviaré los apelativos adquiridos inmediatamente luego de haber proferido tan absurda pregunta.

Lamentablemente para mí, mis estimados (y elocuentes) compañeros iban a partir bastante temprano, para aprovechar al máximo del atractivo cultural que la expo tenía para ofrecer. Lamentable, puesto que iban a compartir una van/taxi, y yo tenía planes hasta después de almuerzo y no sabía cómo llegar. Que mis planes hayan sido quedarme hablando con mi amadísima polola (o "novia", para los que no hablan chileno) no me servirá de nada para salvarme de la paliza que me espera al retorno de mi viaje. Sin embargo, ningún héroe ha rechazado una aventura, aún sabiendo los peligros que ésta conlleva.

De cualquier manera, luego de un apetitoso almuerzo (donde apetitoso equivale a comida-congelada-que-hasta-una-ameba-podría-cocinar) me dirigí a Britomart para tomar el tren que me dejaría en la estación de Greenlane, a pocos metros del lugar de la expo. Poco sabía yo que el tren demoraría 40 minutos en llegar a Britomart, otros 20 a Greenlane, y que luego tendría que caminar 20 minutos. El resultado final fue que al llegar, todos mis amigos habían disfrutado de la participación de Walter (el otro chileno del flat) en un show erótico interactivo, y que había causado sensación entre el público kiwi... no entraré en detalles, pero si quieren saber más, pregúntenle a cualquier kiwi por el chileno de la Erotica Expo.

Luego de enterarme que había llegado como 2 horas después del espectáculo criollo, me tomó bastante tiempo encontrarme con mis amigos. Antes de lograr contactarlos, tuve que deambular por pasillos llenos de revistas, DVDs y diversos artículos de todas formas y colores.

Finalmente, logré toparme con mis flatmates. Éstos se encontraban disfrutando del desplante de unas showgirls (es decir, los hombres disfrutaban... las mujeres se morían de aburrimiento). Me comentaron una y otra vez de la hazaña de Walter, para luego hacerme un pequeño tour por el lugar.

Luego de caminar por todos los pasillos (cosa que tomó bastante tiempo, pues el lugar era bastante grande), llegamos a la fuente de todos los males, un lugar terrible del cual casi no salgo con vida. Iba caminando distraídamente, abrumado por los innumerables estímulos que ofrecía el lugar, cuando repentinamente una criatura se abalanza sobre mí y posa su garra sobre mi hombro: un guante masajeador. Como era de esperar, el ataque resultó fatal. Fue tal la sensación de relajo que no tuve más opción que resistir una y otra vez los ataques de la bestia anti-stress. Creo que el hecho de que preguntara "¿cuánto vale el guante?" fue incentivo suficiente para que la promotora intentara relajarme hasta el punto de perder el control de mi sistema urinario. Afortunadamente no llegué hasta tal extremo, y logré escapar con vida (y control del esfínter).

El resto del paseo por la expo continuó sin "contratiempos", y luego de mucho caminar decidimos que era hora de volver a la casa. Sin embargo, no iba a haber ido a tan inusual lugar sin traerme un recuerdo o evidencia, como prefieran llamarlo. De cualquier manera, algo "inofensivo" ;)

1 comentario:

Lokeli dijo...

mmmm
cuando llegues conversaremos al respecto....